sábado, 27 de febrero de 2010

ELLA NUNCA LO HARIA...



MIKAH

Me luces color canela,
fuego creo que le dicen;
tus ojos: brillantes pabilos,
lumbre que me calienta el alma;
y ese hálito silencioso
que sigue, sin dudas, mis andares,
acompañan el ritual
de mi vida y sus latidos.

Todo lo ves y todo lo callas,
lo aceptas con tu calma benevolente;
y entre suspiros cargados
de esa inocente paz
con que colmas tu existencia,
navegas entre mis mares
haciendo de mi rumbo
ese Norte que guía tus alientos.

Y cuando llega la noche callada
cargada de dudas silenciosas,
cobijas tu espalda en mi regazo
mientras tus ojos medio insomnes
guardan mi inquieto duermevela.

Un beso, quizá dos,
calientan mis madrugadas
cuando esos sueños primitivos
que sacuden tu menudo equipaje,
te despiertan de pronto
perdida en quién sabe qué rincones;
y necesitas saberte en mi mundo,
y necesitas saberme en tu espacio.

Un suspiro, quizá dos,
y volverá el sosiego a tus certezas,
esperando otra alborada
que teñirás del mismo viento
de cariño, de confianza y de paciencia.

2 comentarios:

E. Martí dijo...

Qué lindaaaaaaaaa!!! Y qué generosidad hacia sus amos, qué lealtad, cuántos ejemplos nos dan.
Me encanta tu perrita, Noe y has expresado muy bien lo que sientes en el poema.
Besitos. Feliz finde.

Noe Dominguez dijo...

Gracias, Esme; es preciosa sí pero, sobre todo, es muy buena y cariñosa. La quiero mucho y nos hacemos mucha compañía. Feliz fince para ti también. Muacck