DE NUEVO PRIMAVERAS

DE NUEVO PRIMAVERAS

Amaneció otra vez sin anunciarse
el Astro en mi pecho deshojado,
y al nuevo sol
brotaron espumosos:
tallos de ternura
perdida en mil inviernos,
ramitas de pasión
temblando miedos
y pulsiones prescindidas,
muertas e inhumadas,
escondidas de un terror
que aguarda en cada esquina.

Siento que mis manos,
resecas y agrietadas,
se bañan en la seda de los sueños
con hambre de una piel
aún desconocida.
Mis labios en barbecho
se abren expectantes a la espera
de una boca que aún es ignorada,
y mis ojos buscan luz
en el fulgor de otros ojos
que aún están innominados.

Reverdece la sangre
y corretea caprichosa,
sembrando ardores
en el corazón baldío,
abriendo postigos en el alma
al céfiro envolvente de una risa.
Después de mil inviernos
creo sentir de nuevo primaveras.


Noe Domínguez

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