martes, 7 de diciembre de 2010
DEL SILENCIO
DEL SILENCIO
Quizá porque se adiciembran los noviembres
y se anoviembran los diciembres,
se forma la espiral del luto eterno
y de unas pérdidas inolvidables,
de una añoranza irreparable…
Quizá porque el corazón aún sangra
y se necesita del silencio
para lamer con él las heridas aún abiertas.
Quizá por todo eso
y por ese pudor que impide mostrar el llanto
con la misma cotidiana naturalidad
de una broma o de una risa,
se buscan las grutas más oscuras
en los propios rincones del alma,
donde guarecerse de ese temporal de recuerdos
que se agolpan y bloquean los sentidos.
Llegará una primavera temprana
que despertará la hibernación de los quebrantos;
llegará porque siempre llega
y aderezará de risas las nieves invernales
de un mes de enero que, siempre,
consigue cauterizar la última lágrima.
Noe Domínguez - Diciembre 2010
Las imágenes están tomadas de Internet; si tinen derechos de reprodución, rogaría que me lo comunicasen para retirarlas.
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