lunes, 5 de abril de 2010
QUÉ LARGOS...
QUÉ LARGOS...
Qué largos
pueden parecer dos días
sin sentir el sol
oculto tras las nubes,
sin bañarme en el calor
de esos rayos que alejan mi tristeza.
Qué oscura
puede quedar mi alma
sin el reflejo dorado de su prestancia,
qué lóbrego mi camino
si el fanal de su rostro
no va guiando mis pasos indecisos.
Qué largo
puede parecer el tiempo
cuando el deseo mide, a su manera,
cada tic-tac encadenado
que acelera los latidos
que bombean mi impaciencia.
Que inmensidad la de ese abismo
que separa mi instante de su instante,
esperar bañada en mil anhelos
y soñar despierta
un sueño esquivo y desvelado.
Qué profundo
puede llegar a ser un suspiro
cuando mi aliento necesita
la brisa fresca de sus labios entreabiertos.
Noe Domínguez - Abril 10
La imagen está tomada de Internet. Si tiene derechos de reproducción, ruego que me lo comuniquen para retirarla.
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